Familia caqueteña cierra un capítulo doloroso gracias a la entrega digna de su ser querido

La entrega digna de Yesica a su familia es el cierre de un capítulo de veinticuatro años del dolor por la desaparición. Ahora tienen la posibilidad de iniciar un proceso de duelo y sanación.
Gracias a la articulación entre la Unidad de Búsqueda, la Corporación Humanitaria Reencuentros, la alcaldía de Florencia y el Instituto Nacional de Medicina Legal fue posible encontrar, identificar y regresar el cuerpo de Yesica a su familia. Este caso demuestra la importancia de trabajar de manera coordinada para brindar respuestas a las familias de las personas desaparecidas.
En un emotivo acto, la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas entregó a una familia caqueteña el cuerpo de Yesica*. La familia habría tenido noticia de ella por última vez en el 2011 a través de una llamada telefónica que realizó desde el Cauca. Sin embargo, para la familia, la desaparición ocurrió mucho antes: “Hablamos con ella esa vez por teléfono, pero la extrañamos desde hace 24 años, cuando se fue”, afirmó un familiar.
Durante la entrega digna, la familia tuvo la oportunidad de recordarla y despedirla: “A Yesica le gustaba bailar y cantar sola”, cuenta su hermano. “Lo de ella era el vallenato y, su canción favorita, un osito dormilón” comenta después.
La madre, entre risas, afirma que era “alegre y muy piquiñosa y, desde pequeñita andaba siempre con el papá a todas partes”. El padre concuerda y, en medio de una sonrisa, también se toma la palabra para rememorar el día en que él le enseñó a nadar: “Iba conmigo a todas partes. Una vez, a una cuerda le puse unos balsos, se la amarré a la cintura, y nos metimos al río”.
La hermana, cuyos recuerdos con Yesica se limitaban a la infancia, fue la que lideró desde su familia el camino de la búsqueda. “Yo era muy pequeña cuando ella se fue. Me habría gustado haberla conocido más, y que ella hubiera conocido a mis hijos”, comenta entre lágrimas. En el 2020, se habría acercado a la Corporación Humanitaria Reencuentros, una organización de firmantes de paz comprometida con la búsqueda de los desaparecidos, para solicitar información sobre su hermana.
Jorge Armando Sanchez, investigador integral del Grupo Interno de Trabajo de la Unidad de Búsqueda en el Caquetá, señaló que con la documentación del caso que llevó a cabo la Corporación Reencuentros, y que se registró la Unidad de Búsqueda en el 2021, se pudo abordar una investigación interdepartamental: “A partir de esa documentación, nuestra oficina en Caquetá empieza una serie de diálogos de ampliación de información con la familia, que se suman a la investigación que, por su lado, adelantó el equipo de la Unidad de Búsqueda en el Cauca”.
Luis Alejandro Delgado, investigador integral del Grupo Interno de Trabajo de la Unidad de Búsqueda en el Cauca, relata que la investigación referente a Yesica fue un trabajo de dos años en los que, además de triangular la información aportada por la familia desde el Caquetá y por los firmantes de paz en el Cauca: “Fue un cruce de bases de datos de Medicina legal, Memoria Histórica y Archivos de prensa, con los que también logramos identificar el evento en el cual había muerto esta persona y así dar con el lugar de interés forense”.
Yesica habría fallecido a los 31 años en medio de un bombardeo entre grupos armados estatales y no estatales en la vereda de Calichales, en El Tambo, Cauca. En el 2023, un equipo forense de la Unidad de Búsqueda exhumó el cuerpo en el cementerio de Laureles, en Popayán, lugar en el que Yesica habría sido inhumada tras su muerte en 2013. Esta misma historia la expuso un médico forense del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses (INMLCF) durante la entrega digna, señalando los rastros marcados en las estructuras óseas de Yesica que eran concordantes con este hecho.
El médico también le explicó a la familia que la identificación del cuerpo de su ser querido se abordó de manera integral por parte de INMLCF. Por un lado, se realizó a partir del cotejo entre la información del cuerpo que recuperó la Unidad de Búsqueda y la información post mortem realizada por Medicina Legal en el 2013. Por otro lado, se llevaron a cabo estudios genéticos que confirmaron la filialidad del cuerpo de Yesica con el ADN de ambos padres: “La coincidencia genética de Yesica con ustedes es tan alta, que para encontrar una persona que tuviera el mismo parentesco, tendríamos que examinar el ADN de toda la población de doscientos planetas como el nuestro”.
Sin embargo, esta certeza sumada a la presencia de las estructuras óseas y prendas de ese último día de Yesica, fue un momento de dolor para la familia. La madre lloró frente al cuerpo: “Yo siempre estuve segura de que mi hija regresaría a casa algún día, con vida. Yo siempre tuve esa esperanza”.
Acorde con el investigador Sanchez: “La entrega digna de Yesica refleja la necesidad de que la búsqueda se haga a varias manos y con el aporte de información desde muchos lados”. En ese sentido, la coordinación entre la Unidad de Búsqueda, el Instituto Nacional de Medicina Legal, la Corporación Reencuentros y la alcaldía de Florencia (la cual donó un osario a perpetuidad para el cuerpo de Yesica) fue fundamental para cumplir con todas las etapas del camino de la búsqueda y así brindarle una respuesta completa a la familia acerca de los hechos que acaecieron la desaparición.
La ruta de búsqueda, recuperación y entrega digna de Yesica evidencia además que el fenómeno de la desaparición en el marco del conflicto se daba en lugares distantes del país. Este caso particular se enmarca dentro del Plan Regional de Búsqueda de Caquetá Centro y, en el Cauca, en el Plan Regional de Búsquedadel Valle de Pubenza y Tierradentro, cuyos objetivos son dar respuesta a las familias de personas desaparecidas en estas regiones del país.
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Nota: el nombre de las personas fueron cambiados para proteger los derechos.