“En Clase” con uno de los mejores profesores del mundo

Hacer parte del listado de los 50 mejores profesores del mundo, ya es un premio para Luis Emiro Ramírez Gómez, un educador de la institución educativa Avenida El Caraño, de Florencia, que fue nominado al Global Teacher Prize, más conocido como el Premio Nobel de la Educación; pero ganar el primer puesto es su propósito este año.
Su postulación se debe a que Ramirez Gomez logró “un cambio positivo en su comunidad”, utilizando la agromática, un principio que toma problemas agrícolas y encuentra soluciones con ayuda de la ciencia y la tecnología.
“Empezamos como una estrategia de indagación y para mejorar competencias de investigación, entonces desarrollamos mecanismos para mejorar procesos agrícolas y de prevención de desastres y creamos dispositivos para medir variables en el proceso de siembra, hacer seguimiento y mejorar la producción y a nivel del río instalamos dispositivos para alertar en caso de riesgo o peligro”, explicó.
Es doncellence, egresado de Ingeniería Electrónica, y a sus 32 años, asegura que “es significativo que el mundo vea hacia el Caquetá las nuevas formas de la educación, porque a pesar de la guerra y los tristes acontecimientos que vivimos tuvimos la capacidad de resurgir y hacer nuevas prácticas y formar unos jóvenes en nuevas tecnológicas y más entregados y preparados para el futuro”.
El maestro viajará a Dubay para mostrar su proyecto de investigación y el 24 de marzo se entregará el premio, “con ello quiero dejar un legado a mis estudiantes, a los padres de familia, y al caqueteño de que es hora mostrar nuestra cara positiva y que existen otros modelos, además de la guerra y los malos hábitos, eso es innovar, crear y cambiar este mundo desde lo más pequeñas”, puntualizó.
Por su parte, estudiantes como Rubén Moreno, “el profe les abrió la mente… cuando él llegó logramos entender que la ciencia nos permitiría ayudar a mejorar nuestros cultivos, hacer más dinámicas las clases, aprender tecnologías e implementarlas en el campo para obtener mejores productos”.
A su vez Ximena Campo asegura que es un incentivo para estudiar en la universidad, carreras afines con el proyecto que ejecutaron en su colegio, “ingenierías ambientales, biología, agrotécnica, tantas cosas relacionadas con el campo y la tecnología para ayudar a nuestros campesinos”.
La Institución Educativa cuenta con 440 estudiantes de 36 veredas quienes conocen y aplauden esta experiencia exitosa que ha sido presentada en foros de Brazil y Corea del Sur, además recibió apoyo de Ondas Colciencias.