Tres años después del asesinato de uno de sus más ilustres uniformados, el capitán Gustavo Enrique Ortiz, reconocido por el trabajo a favor de las comunidades; la Décima Segunda Brigada realizó una jornada médica con la población de la Unión Peneya en el lugar donde fue vilmente asesinado el oficial quien, además, era nacido en Caquetá.