Adultos mayores y comunidad vulnerable se benefician de labor social de Una Luz al Final del Camino.

En la casa del Adulto Mayor, Una Luz al Final del Camino ubicada en el barrio Villareal, occidente de Florencia, lo que le sobra a los coordinadores por estos días, es solidaridad. Además de ofrecer cuidado y alimentación a 15 adultos mayores, ofrecen almuerzos a decenas de habitantes de escasos recursos.
La labor social que adelantan en esta casa del adulto mayor no es de ahora, hace varios años la señora Edith Monroy acompañada por su hijo, Robinson Álvarez quien además es presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio Villareal, ha sido reconocida, por esa razón los llamados que hacen para que los florencianos de buen corazón ayuden con donaciones son escuchadas y logran conseguir mercados, que además de convertirse en la única opción para los hombres y mujeres de avanzada edad que reciben el cuidado, son aprovechados para dar un alimento al día para más de doscientas personas de este sector de la capital de Caquetá.
“Hemos hecho dos jornadas de olla comunitaria, en la primera entregamos 250 almuerzos y en la segunda 280 porciones de almuerzos. Esto gracias a la solidaridad de comerciantes y florencianos de bueno corazón, nuestra labor es social y sin ánimo de lucro”, señaló Robinson Álvarez, cofundador de la casa del adulto mayor Una Luz al Final del Camino.
El líder comunal dijo que los interesados en ayudarlos para ofreciendo alimentos a la comunidad, pueden hacer sus donaciones al celular 313 4924998.
Robinson Álvarez también le pidió a las autoridades locales que le permitan movilizarse por la ciudad para recolectar las donaciones.
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