OTROS JUEGOS PELIGROSOS EN INTERNET
Mucho se ha hablado de la Ballena Azul como un juego macabro que induce a niños y jóvenes a atentar contra sus vidas a través de 50 pruebas, lideradas y vigiladas aparentemente por internet, sin embargo, son varios los desafíos que, en los últimos años, se han vuelto populares.
Las redes, aunque pueden ser una herramienta informática muy productiva, también pueden convertirse en armas de doble filo, incluso en Colombia ya se elevaron las alertas por el juego de la ‘Ballena Azul’ y se investiga si un caso registrado en Florencia, tiene que ver con esta práctica, sin embargo no es el único con connotaciones peligrosas.
‘Pedro Responde’ es un supuesto reto que tiene que ver con un grupo de jóvenes que se hacen cita en internet y gana quien más tiempo aguante colgado de una soga; ‘Operación Siete’ les enseña a convertirse en malandros, empiezan con actos delictivos como robar y terminan usando armas e, incluso, consumiendo drogas.
‘San Andreas’ es una modalidad que contienen pornografía y torturas y existe un juego cuyo nombre específica las conductas a realizar: ‘Drogas Adictivas’, mediante el cual se usa música que subliminalmente induce a quien lo practica a entrar en un trance similar al que causan las drogas.
Incluso existe una red social exclusiva para los jóvenes que quieren practicar este tipo de retos.
Al respecto, el psicólogo clínico Miguel Ángel Galeano recordó la importancia de la comunicación entre padres e hijos, en un mundo en el que las redes sociales ganan terreno y afecta el desarrollo de los adolescentes.
“La comunicación debe ser de doble vía, porque se requiere empatía, generar rasgos de una persona con la otra, una gran variante que existe en este momento es que no hay confianza de los hijos hacia los padres y eso se puede lograr de dos maneras: con afecto, es decir, expresiones de amor, abrazos, besos y estar pendiente los unos del otro y con el habla, interactuar con sinceridad y respeto”.
Añadió que hoy en día las herramientas informáticas hacen que los jóvenes cada vez estén más ausentes de sus casas, lejos de sus padres y se distancien, por ende los padres deben hacer un seguimiento continuo de lo que sus hijos ven en las redes sociales y es su deber hacer esa vigilancia como un refuerzo, que el padre participe en el desarrollo de estas actividades para mejorarlas”, precisó.